Umbral de rentabilidad, punto muerto o punto de equilibrio. Estos tres conceptos, que en inglés se reúnen bajo las siglas BEP (acrónimo de Break-Even Point), hacen referencia a uno de los términos económicos de mayor importancia para las empresas. Aquí vamos a explicarte todo lo que debes saber sobre él para que lo entiendas y lo utilices para garantizar el buen devenir de tu negocio.
El umbral de rentabilidad es la cantidad mínima de unidades que un negocio necesita vender de uno o varios productos para sufragar costes y empezar a tener beneficios. Dicho de otro modo, se alcanza cuando los ingresos totales por ventas equivalen a los costes operativos del negocio.
Se considera que, una vez alcanzado el umbral de rentabilidad, la empresa ya está en el volumen mínimo de producción y venta que necesita para ser rentable. Al seguir produciendo y vendiendo sus productos a partir de ese punto, generará beneficios. En cambio, si produce pero no vende, generará pérdidas ya que tendrá que abonar su coste y, además, hacer frente al valor del almacenamiento.
En estos momentos, podemos distinguir entre dos tipos de empresas a grandes rasgos. Por un lado están aquellas que producen y comercializan productos y, por otro, las que ofrecen servicios. En líneas generales, el cálculo del umbral de rentabilidad o punto muerto debe realizarse del mismo modo, pero hay matices.
Por ejemplo, si hablásemos de una empresa productora y comercializadora de teléfonos móviles, dentro del apartado de gastos tendríamos que tener en cuenta los costes de la compra de material a los proveedores, de ensamblaje, de almacenaje y, en general, de toda la producción. Hasta habría que incluir el sueldo de los empleados a pagar por realizar sus respectivas tareas.
En cambio, si se tratase de un fisioterapeuta autónomo que prestase sus servicios en una clínica o a domicilio, estos no existirían, pero sí tendríamos que tener en cuenta el precio del alquiler del local y de sus desplazamientos.
En cualquiera de los dos casos, la fórmula que necesitamos para calcular con exactitud el umbral de rentabilidad es la siguiente:
Umbral de rentabilidad = coste fijo total / margen de contribución (precio de venta – coste variable)
Dentro de esta fórmula, debemos tener en cuenta lo siguiente:
Dicho esto, tu objetivo al proceder a calcular el umbral de rentabilidad de tu negocio (tranquilo, a continuación te ofreceremos algunos ejemplos para que lo entiendas mejor) debe ser el de determinar qué cantidad de productos debes vender para cubrir la totalidad de tus gastos fijos y variables para saber en qué momento empezarás a generar beneficios.
Sin embargo, no debes cometer un error muy común. Al llegar a tu umbral de rentabilidad, no todo lo que vendas supondrán ganancias para ti. Esto se debe a que siempre tendrás que hacer frente a los gastos variables que comentamos anteriormente, los cuales deberás descontar del precio total para saber qué beneficios te reportan. Esto es clave para garantizar la viabilidad de tu negocio a corto, medio y largo plazo.
A continuación, vamos a exponerte un par de ejemplos que te servirán para entender cómo calcular tu umbral de rentabilidad tanto si posees una empresa que produce y vende productos como si se dedica a la comercialización de servicios. Las cantidades utilizadas en ellos son sacadas de nuestra imaginación. Solo tienes que echar un vistazo a tus facturar, extraer los datos relacionados con tu negocio y aplicarlos a la fórmula para obtener datos de utilidad para ti.
Vamos a imaginar que posees una empresa que se dedica a vender armarios para el hogar y que tenemos los siguientes datos:
Piensa que, en este caso, de esos 1000 € que obtienes por la venta de cada uno de tus armarios debes descontar 600 € ya que ese es el precio que te cuesta a ti adquirir los materiales y ensamblarlos para ofrecer el producto final (costes variables). Además, tienes unos costes fijos de 2000 € todos los meses, los cuales tienes que pagar sí o sí. Por lo tanto, en un principio, necesitarías dedicar esos 400 € restantes a sufragarlos.
Por tanto, aplicando la fórmula que expusimos anteriormente para el cálculo del umbral de rentabilidad nos encontramos lo siguiente:
Umbral de rentabilidad = 2000 € / (1000 € – 600 €) = 2000 € / 400 € = 5
¿Qué quiere decir esto? Pues que, para alcanzar el umbral de rentabilidad mensual de tu negocio, necesitarás vender 5 unidades de productos, es decir, 5 armarios si continuamos con este ejemplo.
Una vez que hayas vendido esos 5 armarios, ya empezarás a obtener beneficios. Sin embargo, como dijimos anteriormente, no podrás quedarte para ti esos 1000 € por los cuales vendes tu armario, sino los 400 € que hay de diferencia entre los 1000 € del precio de venta y los 600 € de costes variables.
Realizar el cálculo del umbral de rentabilidad en este caso puede ser un poco más complejo, pero no difiere demasiado de lo expuesto en el ejemplo anterior. En este caso, vamos a imaginar que eres fisioterapeuta autónomo y que ofreces tus servicios en una clínica propia.
Dicho esto, para calcular los gastos fijos mensuales debes tener en cuenta todo lo siguiente:
En este ejemplo, nos topamos con que existen unos gastos fijos de 2970 € mensuales. A esto habría que añadir que la compra del material que utilizamos para cada masaje (cremas, lociones, etc.) es de 15 € y que los cobramos a 60 € teniendo una duración por sesión de 30 minutos. Para resumir y verlo más claro:
Ahora sí, ya podemos aplicar la fórmula y calcular el umbral de rentabilidad en este supuesto:
Umbral de rentabilidad = 2970 € / (60 € – 15 €) = 2970 € / 45 € = 66
Por tanto, para sufragar la totalidad de costes fijos que tienes en este caso, tendrías que realizar 66 masajes de 30 minutos a lo largo del mes. A partir de ahí, alcanzarías tu umbral de rentabilidad y obtendrías unos beneficios de 45 € por cada masaje que realizases, que es el valor de restar los gastos variables del precio de prestación del servicio.
Tras todo lo que aquí hemos comentado y con los ejemplos que hemos puesto a tu disposición, quedan claras dos cosas:
A tenor de esto, podemos concluir que la política de precios seguida por el negocio en cuestión altera de forma ostensible la posición de su umbral de rentabilidad.
Solo tienes que pensar en el caso de una aerolínea ‘low cost’ o de bajo coste para entender este hecho. Este tipo de compañías aéreas operan una relativamente baja cantidad de destinos situados bastante cerca. De hecho, es extraño encontrar una que opere a nivel transoceánico o transcontinental, por ejemplo. Además, ofrecen unos billetes con un margen de ganancias muy reducido, lo que atrae a más viajeros pero les obliga a prácticamente llenar todos sus aviones para que les resulten rentables.
En cambio, las aerolíneas tradicionales basan su modelo de negocio en otra perspectiva. Brindan servicios de mayor calidad y operan destinos más exóticos e inaccesibles, pero los precios de sus billetes son ostensiblemente mayores. El motivo es que, con las ganancias de unos, pueden sufragar los gastos de otros que les resulten menos rentables, al menos, en épocas concretas del año.
Esto sería aplicable a cualquier ámbito de negocio. Si pensáramos en el sector de la telefonía, nos encontraríamos con el hecho de que existen marcas como Samsung o Apple que utilizan una política de precios altos para posicionarse en el mercado. Prefieren vender menos unidades, respectivamente, de su Galaxy S10+ y de su iPhone X a cambio de obtener mayor margen de ganancias. Por contra hay otras como Xiaomi que reducen al máximo sus beneficios sobre cada unidad vendida a cambio de llevar sus productos a segmentos más amplios de público. Esto afecta de manera considerable al umbral de rentabilidad de cada una.
En definitiva, si posees un negocio, sin importar si se dedica a la comercialización de servicios o a la venta de productos, el umbral de rentabilidad o punto muerto es un concepto con el que te debes familiarizar lo antes posible. De hecho, si estás pensando en montar uno, te aconsejamos encarecidamente de que lo calcules antes de empezar tu actividad ya que puede definir con exactitud tus objetivos a alcanzar y la política de precios que debes seguir.
Además, una vez que esté en funcionamiento, el umbral de rentabilidad también puede serte muy útil para determinar el estado de salud de tu empresa, así como las posibilidades que tienes de crecer y expandirte, las vulnerabilidades a las que está sometida, etc.
Como habrás podido comprobar, el cálculo de la fórmula es muy sencillo y, puesto que los costes fijos son siempre los mismos, no debería llevarte más de 10 minutos realizarlo. También te recomendamos que determines el umbral de rentabilidad a nivel anual, sobre todo, si tu negocio es estacional, es decir, incrementa su volumen de ventas en épocas concretas dentro del año, como sucede con los bares en verano.
Al lado del umbral de rentabilidad hay muchas más cifras que te ayudan en la planificación y que también indican la situación económica y financiera de tu empresa. Lee más en nuestro artículo sobre el ratio de solvencia!
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